miércoles, septiembre 28, 2005

 
...se encontraron con esa música folk, la de siempre, que interpretaba un cuarteto de cuerda ( violín, violín, cello y piano), ellos fueron los primeros en llegar, antes incluso que el Sr. Stigma y el Sr.Zarigüeya. Estos dos últimos se sentaron y contemplaron a los sospechosos:

En una mesa en el rincón, con una tacita de té de China, haciendo garabatos sobre la mesa, porque se le había acabado la libreta, se encontraba la primera
visitante del establecimiento. La que, girando una esquina, lo encontró.

Cerca de la puerta se oía una agradable voz diciendo "Se me cuidan" a otras dos que conversaban sobre la vida , el amor, y porque no, el cómic. Al oír la palabra cómic, el humo que tapaba una de las mesas más ocultas se deshizo, para dejar ver a un tipo que realizaba en esos momenos un dibujito del café, a modo de distracción, mientras bebía un sorbito de su Jack Daniel´s corto y sin hielo.

En otra mesa, al lado de la gramola, mientras Uno elegía la siguiente partitura, de entre las ideas como corcheas de la luna, Otro regalaba cuentos como soles a quienes quisieran escuchar.

Y había quién traducía luces en poesía,
Y quién traducía sombras en luz.

Y aquellos que trajeron más luz, con sabias palabras y más vida, con susurros del corazón. Y los recientes que dejaban la puerta abierta a sueños y a esperanza.

Mientras, El Sr. Tirman toma café en la barra, escuchando anécdotas, leyendo pequeños tesoros, al cobijo de la sutil tormenta; echando de menos a los que se adentraron en el bosque.

Todos sospechosos de que esto tenga alma.

Quejas al casting: aquí



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